De Los Merengues...

Hace unas semanas atrás una amiga me envió un video recomendándome que publicara un post sobre los cambios que ha sufrido el merengue dominicano en los últimos tiempos.
Cierto es que nuestro ritmo no es el mismo de hace unas décadas atrás.
Ante la clara escasez de escritores es muy notorio el deterioro de nuestro merengue. Pero, como dicen por ahí, el dominicano baila lo que sea, y, salvo muy marcadas excepciones, no se queja mucho de las letras que lo acompañan.
Así se han dado el lujo, algunos "innovadores", de pegar canciones como "Culikitaka-aquí, Culikitaka-allá", "La Vaca", "Chacarrón, Macarrón", etc.
El asunto es que, mientras me aprestaba a estudiar el video con una percepción, pre-concebida, de que sería malísimo...¡Oh, sorpresa! el dichoso video acabó gustándome.
No era la primera vez que escuchaba la canción, mas si la primera que lo veía.



¿Por qué me gustó?
Digamos que Mala Fé no es el mejor exponente de nuestro ritmo y tiene un peculiar talento para cantar disparates, pero, tomando en cuenta que este tema lo hace en homenaje a la Comunidad Gay, yo no veo una mejor forma para hacerlo, sinceramente.
No es que considere que los homosexuales no merezcan calidad en sus propuestas, pero, reconociendo que se les atribuye una alegría perpetua, Mala Fé, en su estilo único, supo traer un número contagioso, lleno de fiesta y color, invocando la libertad para proclamar tus preferencias sexuales, adornándolo con una dosis de excelente buen humor.
No puedo criticar este merengue porque cumple con el propósito de su intérprete, al contrario, me encanta y lo pongo cada vez que se me ocurre.